ISSN: 2469-9837
Susana Mittermaier*
Como un todo, tenemos bienestar emocional, y esto puede empeorar de vez en cuando, muy parecido a nuestro bienestar real. Nuestro bienestar emocional afecta nuestra forma de pensar, nuestro razonamiento y nuestra conducta. A pesar de que hay muchas justificaciones de por qué las personas se enferman intelectualmente, los investigadores han demostrado que existe una premisa orgánica para el comportamiento disfuncional, y esto debería ser visible en los cambios en la construcción, la ciencia y la capacidad del cerebro. Si nuestro cerebro funciona de manera inesperada, nuestra percepción se verá afectada y, si nuestras capacidades mentales se ven afectadas, el aprendizaje será más difícil.