ISSN: 2329-888X
Peter Hristov y Georgi Radoslavov
Es bien sabido que el primer estudio de la biodiversidad animal se basa en marcadores morfológicos, cromosómicos y bioquímicos. La mayoría de ellos están limitados por el género, la edad y el entorno. En los últimos años con un avance significativo en las técnicas de biología molecular se descubren los marcadores moleculares. Desempeñan un papel clave en la diversidad de poblaciones y especies. Los marcadores moleculares son piezas específicas de ADN que se pueden identificar dentro del genoma y se heredan de acuerdo con las leyes de Mendel. Pueden utilizarse con éxito para detectar mecanismos de rasgos polimórficos que contribuyen a la diversidad genética. Además, los marcadores moleculares permiten la detección de variantes genéticas a nivel de secuencia de ADN, están desprovistos de estas limitaciones típicas de los marcadores morfológicos, cromosómicos y de proteínas y no están influenciados por el medio ambiente.