ISSN: 2155-9600
Rafael Pilla
Recientemente se ha demostrado que la cetosis nutricional es eficaz contra los trastornos convulsivos y varios trastornos neurológicos agudos/crónicos. Fisiológicamente, la glucosa es el principal combustible metabólico de las células. Sin embargo, muchos trastornos neurodegenerativos se han asociado con alteraciones en el transporte/metabolismo de la glucosa y con disfunción mitocondrial, como la enfermedad de Alzheimer/Parkinson, trastornos convulsivos generales y lesiones cerebrales traumáticas. Los cuerpos cetónicos y los intermediarios del ciclo del ácido tricarboxílico representan combustibles alternativos para el cerebro y pueden eludir los pasos limitantes de la velocidad asociados con el deterioro del metabolismo de la glucosa neuronal. Por lo tanto, la cetosis terapéutica puede considerarse como una terapia metabólica al proporcionar sustratos energéticos alternativos. Se ha estimado que el cerebro obtiene más del 60 % de su energía total de las cetonas cuando la disponibilidad de glucosa es limitada. De hecho, después de períodos prolongados de ayuno o dieta cetogénica (KD), el cuerpo utiliza la energía obtenida de los ácidos grasos libres (FFA) liberados del tejido adiposo. Debido a que el cerebro no puede obtener energía significativa de los FFA, la cetogénesis hepática convierte los FFA en cuerpos cetónicos, hidroxibutirato (BHB) y acetoacetato (AcAc), mientras que un porcentaje de AcAc se descarboxila espontáneamente en acetona. Grandes cantidades de cuerpos cetónicos se acumulan en la sangre a través de este mecanismo. Esto representa un estado.