ISSN: 2329-8901
Alejandro Marajovski*
El uso intensivo, descontrolado y a largo plazo de la subespecie lactis Bifidobacterium animalis originada en la industria por parte de los humanos conduce a la “contaminación probiótica” del intestino humano, cuando es inusual, no común para individuos sanos, se han creado colonias bacterianas y dominadas durante mucho tiempo, cambiando la función del microbioma humano. Varias cepas de Bifidobacterium animalis subespecie lactis (producidas por algunos de los principales fabricantes biotecnológicos del mundo) colonizan las superficies de las mucosas humanas, conducen al aumento de la capacidad del SARS-CoV-2 para penetrar la vía aérea y las superficies de las mucosas gastrointestinales, modifican una inmunidad innata de individuos, infectan células humanas y aseguran complicaciones específicas, como tormenta de citoquinas, neumonía atípica, coagulación. Las características del SARS-CoV-2 (como la interacción con la proteína ACE2, otros posibles puntos de entrada celular, la unión a la superficie celular humana y la endocitosis) se ven reforzadas por los metabolitos bacterianos anteriores. Más adelante, Bifidobacterium animalis subespecie lactis o metabólicamente similar, proporcionan liberación desregulada de citoquinas pro y antiinflamatorias, conducen a un curso severo de COVID-19.