ISSN: 2155-9600
Faisal A Nuru-Ahmed*, Paul Armah Aryee, Adumbireh A Cupido
Antecedentes: Las prácticas subóptimas de alimentación complementaria han sido identificadas como uno de los principales contribuyentes a la desnutrición en niños dentro de los primeros 1000 dÃas de vida. El perÃodo más vulnerable dentro de este tiempo es el perÃodo de alimentación complementaria. Esta etapa suele caracterizarse por una mayor demanda de energÃa y nutrientes por parte del niño. La incapacidad de los cuidadores para responder a estos aumentos conduce finalmente a la insuficiencia ponderal, la emaciación, el retraso en el crecimiento y las carencias de micronutrientes. El principal objetivo del estudio fue identificar las prácticas de alimentación complementaria deficientes y su impacto en el estado de anemia de los niños de 6 a 24 meses. Trescientos ochenta y cuatro encuestados compuestos por niños y sus cuidadores fueron seleccionados en 10 centros de salud en el distrito de Tolon en el norte de Ghana.
Métodos: Se adoptó un diseño de estudio transversal analÃtico para 384 niños y sus cuidadores en establecimientos de salud del distrito. Para seleccionar a los encuestados se utilizó una técnica de muestreo multietapa que involucra muestreo por cuotas y muestreo aleatorio simple con lanzamiento de moneda. Los datos recopilados incluyeron caracterÃsticas demográficas maternas, prácticas de alimentación IYCF, recordatorio dietético de 24 horas, mediciones antropométricas de los niños y estado de anemia de los niños.
Resultados: La anemia en el entorno del estudio fue muy alta (93 %) y particularmente más alta entre los niños dentro del rango de edad de 10 a 17 meses. No hubo relación estadÃsticamente significativa entre anemia y cantidad de alimentos consumidos, preferencia del niño y frecuencia de alimentación. Los análisis multivariados de predictores mediante regresión logÃstica binaria revelaron una relación significativa entre la anemia y la diversidad dietética mÃnima (p=0,001), la edad del niño (p=0,02), la lactancia materna continua a los 6 meses (p=0,001) y la historia previa de infección por paludismo en niños (p=0,01).
Conclusión: El estudio ha expuesto el impacto de la diversidad dietética y la lactancia materna continua después de los 6 meses como las dos prácticas de alimentación complementaria más significativas que contribuyen a la anemia entre los niños de 6 a 24 meses en el distrito de Tolon en Northern Ghana. Por lo tanto, se recomendó que durante el asesoramiento sobre IYCF se eduque a los cuidadores sobre los beneficios de la lactancia materna continua, asà como la diversificación de la dieta utilizando alimentos disponibles localmente.