ISSN: 2155-9600
Samuel Aytenfsu, Gezehegne Mamo y Bedaso Kebede
Los residuos químicos que podrían contaminar la leche de vaca son pesticidas clorados, organofosforados, herbicidas, fungicidas, medicamentos antihelmínticos, antibióticos, hormonas, detergentes y desinfectantes, nitritos, bifenilos policlorados, polibromados, dioxinas, micotoxinas, metales pesados y hormona somatotropina. Los antibióticos como betalactámicos, tetraciclinas, aminoglucósidos (p. ej., estreptomicina, neomicina y gentamicina), macrólidos (p. ej., eritromicina) y sulfonamidas son la fuente de residuos. Debido a la importancia para la salud pública, la leche y los productos lácteos contaminados con antibióticos más allá de los niveles de residuos determinados, se consideran no aptos para el consumo humano. Los problemas asociados con los residuos de antibióticos en la leche incluyen el riesgo de reacciones alérgicas y la aparición de bacterias resistentes a los antibióticos, riesgo de teratogenicidad para el feto, hipoplasia en los dientes en desarrollo, aplasia de médula ósea, ingesta insidiosa crónica que conduce a un riesgo elevado de cáncer y alteración del sistema reproductivo, inmunitario, endocrino y nervioso del cuerpo. Los plaguicidas organoclorados son sustancias que contienen clases de contaminantes: los diclorodifeniletanos, los ciclodienos clorados (aldrin, dieldrin, heptacloro, etc.) y los hexaclorociclohexanos (lindano). Los efectos más comunes de la amplia difusión de compuestos organoclorados en el medio ambiente son defectos de nacimiento, efectos neurológicos, efectos en el comportamiento, efectos reproductivos y cáncer. La presencia de residuos químicos en la leche de las vacas lactantes es motivo de preocupación para la salud pública, ya que los productos lácteos son consumidos ampliamente por lactantes, niños y muchos adultos en todo el mundo. Los gobiernos tienen la responsabilidad de elaborar reglamentos para proteger a los consumidores contra los daños derivados de las sustancias químicas en los alimentos. La regulación de los residuos ilegales en los alimentos es un esfuerzo cooperativo de los Servicios de Inspección y Seguridad Alimentaria, la Administración de Drogas y Alimentos y la Agencia de Protección Ambiental. Sin embargo, en Etiopía aún no se presta atención al establecimiento de estándares, medidas de control y programa de monitoreo de residuos químicos en alimentos de origen animal.