ISSN: 2329-8901
Eric Banan-Mwine Daliri, Deog H Oh y Byong H Lee
La asociación inseparable entre el hombre y los microbios se conoce desde hace mucho tiempo y algunos de sus beneficios están bien documentados. Sin embargo, el uso de bacterias como agentes terapéuticos ha atraído mucho interés. Se sabe mucho sobre la capacidad de los microbios intestinales para mejorar la inmunidad, reducir los niveles de colesterol, mejorar las funciones de barrera intestinal y muchos más beneficios. Aunque es evidente que el intestino y el cerebro se comunican a través de señales bioquímicas que a menudo involucran a la microbiota intestinal, todavía no está claro si las manipulaciones intestinales a través de la administración de probióticos pueden corregir o tratar problemas neurológicos. Muchos estudios han demostrado que los pacientes con enfermedades neurodegenerativas también tienen disbiosis intestinal y otros estudios también han demostrado la capacidad de ciertas bacterias intestinales para sintetizar neurotransmisores. Sin embargo, ¿estos probióticos producen suficientes sustancias químicas neuroactivas para influir en la fisiología? ¿Hay que tomar precauciones, ya que tales probióticos pueden causar efectos indeseables? Esta revisión analiza nuestro conocimiento actual sobre la capacidad de los probióticos para afectar el sistema nervioso central (SNC) y su uso potencial en la terapia neurodegenerativa. También se han destacado algunas lagunas de conocimiento que quedan en esta área de investigación.