ISSN: 2329-8901
Sunil T Hajare
El papel de los probióticos en la regulación del sistema inmunitario y el desarrollo de la microflora ha comenzado a implicarse en humanos y animales. Existen datos inconsistentes con respecto al efecto de una sola cepa probiótica en niños con desnutrición. El objetivo de este estudio fue utilizar la cepa LBKV-3 de Lactobacillus acidophilus clínicamente probada y prevista como probiótico para humanos para probar su efecto sobre la modulación de la inmunoglobulina y la composición de la microflora fecal. Para lograr esta tarea, a 135 niños desnutridos se les administró por vía oral leche de búfala como control, cuajada fresca como módulo especial para la evaluación de los efectos estimulantes y leche acidófila probiótica utilizada como probiótico. Durante la alimentación, evaluamos el nivel de saliva IgA, suero IgG e IgE y microflora fecal. El resultado de nuestro estudio demostró que la frecuencia de inmunoglobulina y microflora no se vio afectada cuando los niños consumieron leche de búfala. En presencia de cuajada fresca, el nivel de IgA, IgG y la composición de bacterias amigables aumenta ligeramente y la proporción de bacterias patógenas disminuye. Sin embargo, la leche acidófila probiótica aumenta significativamente el nivel de IgA e IgG, así como también aumenta la población de bacterias útiles y disminuye la concentración de bacterias patógenas en comparación con la cuajada fresca. Independientemente de IgA e IgG, la proporción de IgE se reduce en presencia de cuajada fresca y leche acidófila probiótica. Por lo tanto, nuestro estudio mostró que el probiótico tiene efectos positivos sobre la modulación de la inmunoglobulina y la regulación de la microflora intestinal. Para confirmar estos hallazgos, se requieren experimentos a gran escala que involucren el uso de una gran cantidad de humanos de diferentes grupos de edad y en diferentes condiciones de salud y nutrición. Además, una dosis o cepa diferente de probiótico también justifica una mayor confirmación.