ISSN: 2155-9600
Mariana Arruda S, Alceu Afonso J Jr y Orlando de Castro e Silva Jr
La obesidad postrasplante se ha convertido recientemente en un tema de interés como parte del síndrome metabólico que evoluciona después del trasplante, poniendo en peligro la ganancia en el pronóstico del paciente logrado por el trasplante. Teniendo en cuenta este escenario y la importancia de la prevención de la obesidad en los sobrevivientes de un injerto hepático, se debe monitorear el estado nutricional de todos los pacientes postrasplante para llevar a cabo un tratamiento nutricional adecuado. El objetivo del presente estudio fue evaluar el estado nutricional de pacientes post-trasplante hepático. La muestra estuvo compuesta por un grupo de pacientes sometidos a trasplante hepático y un grupo control de pacientes sin enfermedad hepática. El estado nutricional se evaluó por composición corporal y métodos antropométricos. Se observó un índice de masa corporal que indica sobrepeso y obesidad en pacientes con trasplante hepático independientemente del período posterior al trasplante hepático. La circunferencia de la cintura fue superior al valor recomendado por la Organización Mundial de la Salud, es decir, 94 cm para hombres y 80 cm para mujeres, en el 78% de < 1 año después de los pacientes trasplantados y en el 79 % de los pacientes ≥ Pacientes 1 año postrasplante. Además, las medidas de la circunferencia del brazo y del área grasa del brazo diagnosticaron sobrepeso/obesidad solo en ≥ 1 año postrasplante de pacientes y controles. Los pacientes con un período postrasplante más largo tenían un ángulo de fase medio similar al del grupo control, mientras que los pacientes con un período postrasplante más corto tenían un ángulo de fase medio más bajo. Estos resultados sugieren una recuperación completa de la cirugía y una mejora de la salud después del trasplante ya que el ángulo de fase es una medida relacionada con el estado nutricional y el pronóstico. En conclusión, aunque la población postrasplante hepático estudiada puede haber tenido una recuperación completa y una mejoría de la salud después de la cirugía, la obesidad y la masa grasa corporal excesiva son prevalentes y pueden ser perjudiciales a largo plazo en vista del riesgo asociado de eventos cardiovasculares.< /p>