ISSN: 2155-9600
Carol E. O’Neil, Theresa A. Nicklas y Victor L. Fulgoni III
Antecedentes: Estudios que evalúan el consumo de mango y la asociación con la ingesta de nutrientes, la calidad de la dieta y biomarcadores de salud faltan Métodos: este estudio evaluó estas asociaciones utilizando una muestra representativa a nivel nacional de niños de 2 a 18 años (n=11 974; 50 % mujeres) y adultos mayores de 19 años (n=17 568; 48,8 % mujeres) que participaron en NHANES 2001-2008. La ingesta se determinó a partir de recordatorios dietéticos de 24 horas de un día. Las medias ajustadas por covariables, los errores estándar y ANOVA para grupos de alimentos, nutrientes y biomarcadores de salud se determinaron usando pesos de muestra apropiados. La calidad de la dieta se midió usando el Índice de Alimentación Saludable-2005 (HEI-2005). Resultados: Consumo promedio per cápita de mangos por niños y adultos fue de 0,9 ± 0,2 g/d y 0,8 ± 0,1 g/día, respectivamente; la ingesta promedio entre los consumidores (n=103 niños; n=117 adultos) fue de 140,2 ± 6,06 g/d y 141 ± 7 g/d. En los niños, los consumidores tenían ingestas más altas de total (2,38 ± 0,26 v 1,07 ± 0,02 equivalentes en taza [CE]; p<0,0001) y fruta entera (1,53 ± 0,3 v 0,53 ± 0,0 CE; p =0.0002) que los no consumidores. En adultos, los consumidores tuvieron una ingesta mayor (p<0.0001) de fruta total (2.5 ± 0.2 v 1.0 ± 0.02 CE) y fruta entera (2.0 ± 0.2 v 0.6 ± 0.0 CE). Los niños (16,9 ± 1,8 frente a 21,6 ± 0,2 cucharaditas equivalentes; p=0,0098) y adultos (17,6 ± 1,1 frente a 19,6 ± 0,3 cucharaditas equivalentes; p=0,0330) que consumían mangos tenían una ingesta de azúcar añadida más baja. En adultos, la fibra dietética (p<0,0001) fue mayor en los consumidores (21,7 ± 1,3 v 15,8 ± 0,2 g/d; p<0,0001). En los niños, la ingesta de vitamina A (783,35 ± 73,86 v 583,04 ± 8,22 RAE mcg; p=0,0099) fue mayor en los consumidores. En niños (2632,02 ± 172,68 v 2209,00 ± 17,09 mg/d; p=0,0157) y adultos (3240 ± 98 v 2713 ± 14 mg/d; p<0,0001) la ingesta de potasio fue mayor en los consumidores. En niños (57,42 ± 1,28 frente a 49,01 ± 0,28; p<0,0001) y adultos (60,8 ± 1,3 frente a 50,9 ± 0,2; p<0,0001), las puntuaciones HEI-2005 fueron más altas en los consumidores. Los consumidores adultos de mango pesaron menos (77,4 ± 1,9 kg frente a 81,6 ± 0,4 kg; p=0,0455) que los no consumidores. Los niveles de proteína C reactiva fueron menores (0,42 ± 0,01 mg/dL frente a 0,34 ± 0,04 mg/dL; p=0,0374) en los consumidores.
Conclusión: Los mangos deben incluirse en la dieta como parte de la recomendación de frutas para complementar otros componentes de un estilo de vida saludable.