ISSN: 2376-0354
Rasha Eladawy1*, Mona A Salem1, Abeer A Abdelmaksoud1, Hanan M Issa1, Mona A Ismail1 y Osama A Aboserei2
Antecedentes: La diabetes mellitus tipo 1 (DT1) es un trastorno metabólico crónico caracterizado por hiperglucemia crónica. La DT1 en niños y adolescentes se considera un factor de alto riesgo para el desarrollo de enfermedad cardiovascular posteriormente en la edad adulta. Se descubrió que el número y la función de las células progenitoras endoteliales (EPC) influyen en la función endotelial y la reparación de los vasos. La medición del espesor íntima-medial de la carótida (CIMT, por sus siglas en inglés) ha sido un método para detectar cambios cardiovasculares subclínicos en niños y adolescentes con DM1, junto con el perfil de lípidos y los marcadores de control glucémico.
Métodos: Sesenta niños y adolescentes con DT1 con una duración de la enfermedad superior a 5 años fueron reclutados de la clínica de diabetes Ain Shams University Hospitals. Se compararon con controles sanos de 60 años emparejados por edad y sexo que asistían a los pacientes ambulatorios’ clínicas Todos los sujetos fueron sometidos a anamnesis, examen y extracción de sangre para: EPC, perfil de lípidos; colesterol total, triglicéridos, colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL), colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL), así como azúcar en sangre aleatoria media (RBS) y HBA1c medio. También se recogieron muestras de orina temprano en la mañana para determinar la microalbúmina, se midió el grosor de la capa interna carotídea y se realizó un estudio de la velocidad de conducción nerviosa a todos los pacientes, así como un examen del fondo de ojo.
Resultados: el número y el porcentaje de EPC fueron significativamente más bajos en los pacientes’ grupo (P = 0,001). El CIMT medio en pacientes’ grupo fue significativamente mayor en pacientes’ grupo en comparación con el grupo de control (P = 0,003). Además, los pacientes’ El grupo tenía niveles significativamente más altos de colesterol sérico total (p = 0,001) y colesterol LDL (0,015) y niveles más bajos de colesterol HDL (p = 0,003) que el grupo de control. Hubo una correlación negativa estadísticamente significativa entre el porcentaje de EPC y RBS medio (p = 0,022), HbA1c% medio (p = 0,013), la presencia de retinopatía diabética (P = 0,001) pero no con nefropatía diabética o neuropatía diabética, colesterol sérico total (0,003), colesterol LDL (p = 0,015) y CIMT medio (P = 0,021).
Conclusión: el porcentaje de EPC es un buen predictor del aumento de CIMT en niños con DT1. Sin embargo, se necesitan más estudios longitudinales para confirmar esta relación. Los niños y adolescentes con DT1 tienen un mayor riesgo de aterosclerosis y complicaciones macrovasculares respaldadas por el aumento de los niveles de lípidos nocivos (colesterol sérico total, triglicéridos, colesterol LDL) y un aumento del CIMT medio. Esto puede contribuir a nuevas estrategias para la detección temprana de complicaciones relacionadas con la diabetes y la intervención para prevenir complicaciones macrovasculares.