ISSN: 2472-1115
Michael Horvat, Ron Croce y Ashley Fallaize
Una amplia investigación sobre el desempeño motor de las personas con discapacidad intelectual (DI) y, más específicamente, las personas con síndrome de Down (SD) refleja deficiencias en el rendimiento físico y motor. Un estudio anterior indicó que los bajos niveles de función física y las deficiencias en el procesamiento sensorial, la consolidación de la memoria y el control postural afectan su capacidad para adquirir y realizar habilidades motoras en contextos ambientales variables. Además, indicó que los movimientos suelen ser descoordinados, más lentos, variables y vacilantes en la iniciación, mientras que otros investigadores informaron movimientos y tiempos de reacción más prolongados, así como dificultades en el equilibrio y el control postural. Se observaron limitaciones adicionales en el juego espontáneo o simbólico y oportunidades limitadas para practicar las habilidades motoras en la escuela y/o en la comunidad, principalmente durante sus años de desarrollo. Es evidente que estos individuos muestran un desarrollo motor retrasado y un funcionamiento motor atípico, lo que puede atribuirse a diferencias estructurales en el sistema neurológico, desarrollo cerebral retrasado y un sistema somatosensorial comprometido.