ISSN: 2155-9600
María Sofía Amarra*, Mario V. Capanzana, Glen Gironella, Francisco de los Reyes
Antecedentes: El estudio identificó alimentos procesados que pueden ser objeto de reformulación y cuyo contenido de sodio puede monitorearse a lo largo del tiempo para reducir el consumo de sodio en Filipinas. Los objetivos fueron estimar la ingesta de sodio per cápita a partir de alimentos mínimamente procesados y procesados por quintil de ingresos y ubicación urbana/rural; e identificar los alimentos que contribuyen a la variación en la ingesta de sodio de la población filipina.
Métodos: Se utilizaron datos de pesaje de alimentos de los hogares de un día que cubrían 4880 hogares de la Encuesta Nacional de Nutrición de 2008. El consumo medio de sodio per cápita y los percentiles de ingesta de las categorías de alimentos procesados y mínimamente procesados se calcularon utilizando STATA. Se utilizó un análisis de regresión para identificar los alimentos que contribuyeron a la variación en la ingesta de sodio.
Resultados: Los alimentos que representaron significativamente el 99,4 % de la variación en la ingesta de sodio fueron 13 tipos de alimentos procesados y 2 tipos de alimentos mínimamente procesados. Las sopas procesadas, las salsas y los potenciadores del sabor contribuyeron con la mayor proporción a la ingesta de sodio per cápita. Los alimentos procesados que contribuyeron significativamente a la variación en la ingesta fueron los fideos instantáneos, los condimentos y salsas fermentados tradicionales, los productos de carne, pescado y aves secos y procesados, los huevos salados, las bebidas alcohólicas, el pan blanco y el pan de sal (un pan filipino tradicional), el trigo y fideos de huevo, chips de cereales crujientes y bocadillos extruidos, mantequilla y margarina, queso y bebidas a base de chocolate.
Conclusión: La identificación de los alimentos procesados que contribuyen significativamente a la ingesta de sodio, seguida de la reformulación y el control del contenido de sodio de estos alimentos a lo largo del tiempo, debe considerarse como una estrategia para reducir la ingesta de sodio en Filipinas.