ISSN: 2155-9600
Carol E. O’Neil, Theresa A. Nicklas y Victor L. Fulgoni III
Ningún estudio ha examinado la asociación del consumo de peras frescas con la ingesta o la adecuación de nutrientes calidad de la dieta y factores de riesgo cardiovascular (FRCV). El propósito de este estudio fue examinar estas asociaciones en adultos (N=24,808) participantes del NHANES 2001-2010. Se utilizó la regresión lineal ajustada por covariables para comparar los macronutrientes, la calidad de la dieta y los FRCV. La calidad de la dieta se determinó utilizando el Índice de Alimentación Saludable-2010 (HEI-2010). Se utilizó el método del Instituto Nacional del Cáncer para estimar la ingesta habitual (IU) de nutrientes. Se utilizaron pesos de muestra apropiados. Se determinaron los porcentajes de la población por debajo del Requerimiento Promedio Estimado (EAR) o por encima del Consumo Adecuado (AI). Los consumidores tenían ingestas medias más altas de azúcares totales y más bajas de ácidos grasos totales, mono y saturados, y azúcares añadidos que los no consumidores; los consumidores también tenían una IU más alta para la vitamina C, el cobre, el magnesio y el potasio (p<0,01). Los consumidores tenían un mayor porcentaje de población que cumplía con el EAR de vitaminas A y C, cobre y magnesio; los consumidores tuvieron un mayor porcentaje por encima del AI para la fibra (p<0.01). HEI-2010 fue mayor en consumidores (52,4 ± 0,4 vs 48,5 ± 0,3) (p<0,01). En comparación con los no consumidores, los consumidores tenían un 35 % menos de probabilidades de ser obesos (p<0,05). Las peras frescas deben fomentarse como un componente de una dieta saludable en general.