ISSN: 2155-9600
Liezl Atienza M, Mary Grace Rodriguez DP, Delia Reyes Babilonia, Melody Guimary M and Carmelita Rebancos
Este estudio tuvo como objetivo determinar las prácticas agrícolas relacionadas con la producción de huevos de pato, así como evaluar la seguridad de los huevos de pato para el consumo humano. Específicamente, tuvo como objetivo 1) describir las prácticas agrícolas relacionadas con la producción de huevos de pato en la Provincia de Laguna; 2) determinar el volumen de producción de huevos y su flujo geográfico; y 3) evaluar la seguridad de los huevos de pato para el consumo humano en términos de su contenido de plomo (Pb) comparándolo con la ingesta diaria máxima tolerable de Pb establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los resultados mostraron que el número de patos criados osciló entre 800 y 45 000 cabezas. Cada granja tenía su propia forma de alimentar a los patos excepto por el uso de caracoles como alimento que es común a todos. Además de caracoles, se les dio como alimento una mezcla de alimentos comerciales, coco desecado (sapal) y partículas finas de arroz (binlid). Una dieta especial “totalmente natural” con probióticos se utilizó como alimento en la granja de muestra en Victoria como alimento. Las concentraciones de plomo de los huevos crudos de pato de las tres granjas fueron de 0,20 mg/kg de peso fresco (FW), 0,22 mg/kg FW y 0,20 mg/kg FW para las muestras A (Los Baños), B (Bahía) y C ( Victoria), respectivamente con un contenido medio de Pb de 0,21 mg/kg FW. Además, el contenido medio de Pb de los huevos de pato analizados es mucho más alto que el contenido medio de Pb de los huevos en los países desarrollados (0,02 mg/kg), así como el contenido de Pb de las espinacas de agua que se cultivaron cerca de las áreas domésticas junto a Laguna de Bay. (0,02 mg/kg PF). Además, se encuentra dentro de la concentración máxima recomendada de Pb en alimentos sólidos, es decir, 6 mg/kg. Utilizando como referencia la ingesta diaria máxima tolerable de Pb para adultos establecida por la OMS (2001), que es de 0,21 mg/kg de peso corporal, es imposible desarrollar toxicidad por Pb a partir de la ingesta de huevos de pato durante un corto período de tiempo. No obstante, los metales pesados como el Pb pueden acumularse en el cuerpo cuando se consumen durante un largo período de tiempo y presentar riesgos para la salud. Como conclusión, la presencia de Pb en el huevo de pato puede causar riesgos para la salud cuando se toma en cantidades excesivas durante un largo período de tiempo. Se recomiendan más estudios sobre la seguridad del huevo de pato para el consumo humano, así como la evaluación del riesgo para la salud, como base para el desarrollo de políticas relacionadas con la salud humana y el medio ambiente.