Revista de Nutrición y Ciencias de la Alimentación

Revista de Nutrición y Ciencias de la Alimentación
Acceso abierto

ISSN: 2155-9600

abstracto

Leches de équidos, camellos y yaks como alimentos funcionales: una revisión

Nikkhah A

La leche se considera el líquido natural más nutritivo. La leche del ganado proporciona un alimento casi ideal para humanos de todas las edades. Por lo tanto, la educación efectiva es una política principal para permitir que el público sea adecuadamente consciente de las implicaciones para la salud de la leche, especialmente de especies menos conocidas. El objetivo es describir las implicaciones nutricionales y de salud de la leche producida por camellos, équidos y yaks. La leche de camello tiene aproximadamente un 11,7 % de sólidos totales, un 3,5 % de proteína, un 4,5 % de grasa, un 0,8 % de ceniza y un 4,4 % de lactosa. La leche de camella tiene más Na, K, Zn, Fe, Cu, Mn, niacina y vitamina C, y relativamente menos tiamina, riboflavina, folato, vitamina B12, ácido pantoténico, vitamina A, lisina y triptófano que la leche de vaca. La leche de camello es más similar a la leche de cabra y contiene menos ácidos grasos de cadena corta que las leches de vaca y búfalo. Cada vez se pone más énfasis en las leches de burra y de yegua como sustitutos casi óptimos de la leche humana y de vaca. Las leches de Jenny y de yegua son muy similares con bajo contenido de grasa (1,1-1,3 %), sólidos totales (8-10 %) y proteína (1,5-1,8 %) y alto contenido de lactosa (6-7 %). La proteína de leche de Jenny es razonablemente alta en lactosa, ?-lactoglobulinas y aminoácidos esenciales y unidos a péptidos. Las inmunoglobulinas de la leche de équidos inhiben la Escherichia coli enterotoxigénica, posee proteínas de alta calidad y muy bajo contenido de grasas y colesterol. La leche de équidos puede aliviar las alergias en bebés muy pequeños y ancianos. La leche de yak contiene del 16,9 al 17,7 % de sólidos, del 4,9 al 5,3 % de proteína, del 5,5 al 7,2 % de grasa, del 4,5 al 5,0 % de lactosa y del 0,8 al 0,9 % de minerales. El calcio y el fósforo coloidales y solubles hacen que la leche de yak sea muy adecuada para la elaboración de queso. La grasa de leche de yak obtenida a altitudes muy elevadas es más rica en ácidos grasos poliinsaturados y ácidos grasos linoleicos conjugados. Como resultado, el queso de yak y los productos lácteos tienen funciones nutracéuticas de valor agregado. Con las importantes implicaciones nutricionales y de salud de las leches de équidos, camellos y yaks destacadas, la educación sistemática debe continuar persistentemente para permitir el uso suficiente y eficiente de tales leches que no son de vaca por parte de los humanos en todo el mundo.

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