ISSN: 2329-8901
Anja Hoffmann y Rolf Daniels
Los probióticos se definen como microorganismos vivos que afectan beneficiosamente al huésped. Las bacterias probióticas se han utilizado terapéuticamente durante años para combatir las enfermedades gastrointestinales mediante el reequilibrio de la microflora compleja. Además del tracto gastrointestinal, la cavidad oral también está altamente colonizada por bacterias y muchas especies bacterianas diferentes forman parte de la microbiota en la boca, ya que ofrece las condiciones ideales para las bacterias con una temperatura estable, una superficie húmeda con un pH relativamente estable y un suministro regular de nutrientes Al alterar el equilibrio de los microorganismos en la cavidad bucal o por la acumulación extensa de placa, la proporción de organismos patógenos puede aumentar y provocar problemas de salud bucal. Las bacterias probióticas, como los lactobacilos, son una estrategia de tratamiento prometedora para las enfermedades bucodentales de etiología microbiológica. Estos incluyen enfermedades asociadas con la placa, como la caries dental, que es una enfermedad infecciosa con procesos microbianos que erosionan y destruyen el tejido dental duro o la inflamación del tejido periodontal, es decir, la gingivitis y la periodontitis más grave. Además, las infecciones endodónticas, e incluso las infecciones fúngicas, víricas y bacterianas agudas podrían tratarse con una terapia probiótica. El interés de los probióticos en el campo de la salud bucal está creciendo, aunque todavía está en pañales. La presente revisión aborda los criterios para la selección de cepas de lactobacilos probióticos. Abarca la evidencia existente sobre el uso de lactobacilos para caries, halitosis y candidiasis, así como para enfermedades periodontales como gingivitis y periodontitis.