ISSN: 2155-9600
Diane Eloy Chaves Barbosa, Vanessa Rosse de Souza, Larissa Almenara Silva dos Santos, Claudete Corrêa de Jesus Chiappini, Solange Augusta de Sa y Vilma Blondet de Azeredo
Antecedentes: Los cambios en la dieta durante el ciclo menstrual pueden ser el resultado de la interferencia de las hormonas femeninas en el gusto; sin embargo, poco se sabe sobre esta posible relación.
Objetivos: El objetivo de este estudio fue evaluar la influencia del ciclo menstrual en el gusto y la ingesta de alimentos entre mujeres jóvenes.
Pacientes y Métodos: Cincuenta mujeres en edad fértil fueron seguidas durante tres meses. Se utilizó el índice de masa corporal para evaluar el estado nutricional antropométrico. La ingesta dietética se evaluó mediante la aplicación de seis registros dietéticos. Se evaluó el sabor de las voluntarias en las fases lútea (LP) y folicular (FP) del ciclo menstrual mediante pruebas de intensidad gustativa y estimulación constante. En la LP se recolectó sangre para determinación de hormonas femeninas, insulina y grelina. Los datos se presentan utilizando estadísticas descriptivas como media y desviación estándar; Se utilizó ANOVA para comparar las medias y se adoptó un nivel de significancia del 5 %.
Resultados: El estado nutricional antropométrico de los voluntarios se mantuvo sin cambios durante las fases estudiadas. La proteína se consumió en menor cantidad (p <0,05) en el LP (LP: 66,66 ± 17,85 g/día y FP: 74,01 ± 16,57 g/día). La ingesta promedio de minerales como potasio, calcio y magnesio estuvo por debajo de las recomendaciones, mientras que la ingesta de sodio estuvo por encima de los valores recomendados. En el LP, los voluntarios mostraron una disminución de la sensibilidad al sabor ácido. Se encontraron asociaciones positivas en el LP entre la percepción del sabor amargo y las siguientes variables: consumo de energía (r=0,49; p=0,01), carbohidratos (r=0,46; p=0,01) y lípidos (r=0,39; p=0,04). Se encontró una asociación positiva entre la percepción del sabor amargo y la insulina (r=0,36, p=0,04) y una asociación negativa entre la percepción del sabor ácido y la grelina (r=-0,36, p=0,04).
Conclusiones: El ciclo menstrual modificó la percepción del gusto ácido, lo que puede afectar la elección de alimentos en la fase lútea y sugiere que las hormonas insulina y grelina pueden influir en la percepción del gusto, controlando la ingesta de alimentos.