ISSN: 2329-9509
Sylvia Kirchengast*
El aumento de la esperanza de vida, por un lado, y la reducción drástica de la actividad física en la vida diaria, por el otro, son rasgos característicos de la vida posmoderna. En consecuencia, el Homo sapiens se enfrenta cada vez más a los problemas asociados con la pérdida ósea acelerada, la osteoporosis y las fracturas relacionadas con la osteoporosis. Esto es cierto tanto para los países industrializados como para los países en umbral. Un factor de riesgo importante de la osteoporosis y la baja masa ósea es la inactividad física. Hasta ahora, la pérdida ósea y la osteoporosis se enfocan principalmente desde un punto de vista clínico. En la presente revisión se aporta una perspectiva bioantropológica de la asociación entre inactividad física y osteoporosis. El problema se discute desde el punto de vista de la teoría de la historia de vida, pero también desde el punto de vista de la biología evolutiva, especialmente la medicina evolutiva y la paleopatología.