ISSN: 2376-0354
Jing Zhu
Los plaguicidas químicos se utilizan comúnmente en el manejo de plagas y enfermedades en la producción de hortalizas en Ghana. Sin embargo, existe una creciente preocupación por los efectos adversos que este uso tiene sobre la salud pública y el medio ambiente. Se realizó un estudio para evaluar cuánto ganaban los agricultores’ saber sobre el manejo y uso seguro de pesticidas, y lo que perciben que son los peligros en torno a su uso. Se llevaron a cabo encuestas de campo en profundidad con 437 productores de vegetales de la muestra y se complementaron con discusiones de grupos focales y observación de campo. Los resultados revelaron que los rociadores de mochila fueron los equipos más utilizados para rociar pesticidas (92,4%), seguidos de los aplicadores manuales (4,5%), mientras que solo el 3,1% usaba rociadores motorizados. Solo el 15,6% de los encuestados se protege completamente durante las operaciones de fumigación; otros usaban ropa de protección parcial (38%) o no usaban ninguna ropa de protección (46,4%), por lo que entraron en contacto directo con los plaguicidas. Más del 80% de los encuestados reingresaron a sus fincas dentro de los 3 días posteriores a la aplicación de pesticidas; cosechan sus productos dentro de los 7 días, sin observar los protocolos de intervalos seguros de cosecha. El estudio también reveló que los agricultores conocían y habían experimentado los peligros de los pesticidas, como dolor de cabeza, mareos, debilidad corporal y picazón. El tres por ciento de los agricultores también mencionó sensación de ardor, catarro, dolor de estómago, pérdida del conocimiento, picazón en los ojos y dolores corporales como efectos secundarios de la aplicación de pesticidas. Se encontró que las mujeres y los analfabetos eran más vulnerables a estos peligros que sus contrapartes masculinas y alfabetizadas. Los resultados del estudio muestran que la mayoría de los agricultores desechan los envases vacíos de plaguicidas (59,8 %) y el agua de lavado de los rociadores (79,2 %) arrojándolos o desechándolos en sus fincas. El estudio concluye que los agricultores están aplicando mal los pesticidas al ignorar los posibles efectos nocivos de los pesticidas sobre la salud humana y el medio ambiente.