ISSN: 2161-0487
Mieke Beckwé y Natacha Deroost
A pesar de la relevancia clínica de la preocupación, sus mecanismos cognitivos subyacentes siguen sin comprenderse bien. Eysenck postula que los que se preocupan mucho’ La memoria a largo plazo se caracteriza por grupos estrechamente organizados con información relacionada con la preocupación de valencia negativa, lo que hace que esta información sea más fácilmente accesible. Con base en esta premisa, esperamos (1) que los que se preocupan mucho almacenen más fácilmente información negativa relacionada con la preocupación, pero (2) que también sean más propensos a producir recuerdos falsos sobre información relacionada con la preocupación de valencia negativa. Probamos estas hipótesis en una población estudiantil saludable utilizando el paradigma Deese-Roediger-McDermott (DRM). Los resultados de nuestro estudio indican que preocuparse se correlaciona positivamente (1) con el reconocimiento correcto de palabras negativas y (2) con la producción de reconocimientos falsos de palabras negativas. Estos resultados no estaban relacionados con los temas que a menudo preocupan a los participantes. Como era de esperar, no hubo correlación entre la preocupación y el reconocimiento (falso) de palabras positivas o neutras. En conclusión, estos hallazgos indican que la preocupación está asociada con sesgos de memoria para información negativa. Esto apoya la existencia de estructuras de memoria a largo plazo agrupadas con valencia negativa. Sin embargo, no se encontró apoyo para la idea de que los grupos se concentran en temas de preocupación específicos que preocupan con frecuencia a los que más se preocupan.