ISSN: 2155-9899
Barak Reicher, Orly Perl, Omri Matalon y Mira Barda-Saad
Las células T desempeñan un papel fundamental en la inmunidad adoptiva, tanto en la citotoxicidad mediada por células como en la activación de la respuesta inmunitaria humoral. Para realizar su función efectora, las células T experimentan cambios morfológicos dramáticos tras la activación. Estos cambios permiten su unión y extravasación a través del endotelio vascular hacia el tejido vecino, la formación de una sinapsis inmunológica (IS) con una célula presentadora de antígeno (APC) y, posteriormente, la secreción polarizada de citoquinas y/o gránulos citolíticos. que lleva a la ejecución de funciones efectoras.
El citoesqueleto de actina está directamente involucrado en todos estos procesos. Por lo tanto, es crucial para las respuestas inmunitarias mediadas por células T, proporcionando una plataforma dinámica y flexible para la transducción de señales, la remodelación celular y subcelular y para impulsar funciones efectoras. Las proteínas reguladoras de actina, la proteína del síndrome de Wiskott-Aldrich (WASp) y la proteína homóloga a verprolina de la familia WASp (WAVE) desempeñan funciones clave en la biología de las células T. En esta revisión, nos centraremos en estas dos proteínas, describiendo su estructura, reclutamiento, activación y función. Finalmente, abordaremos aspectos patológicos relacionados con defectos en estos reguladores de actina.