ISSN: 2161-0487
Tony B. Benning
Dentro de la literatura publicada que pretende preguntar si Carl Gustav Jung era un chamán, este documento identifica y compara críticamente dos oleadas de estudios. El primero, al identificar las afinidades entre Jung y el chamanismo, posiblemente ha sido algo unilateral en el sentido de que no toma en cuenta en su análisis los puntos de distinción entre Jung y el chamanismo. Como tal, adolece de una exageración de las similitudes. Esa erudición también sufre de un enfoque demasiado esencialista de la experiencia chamánica, negándose a incorporar en su análisis consideraciones socialmente constructivas. La segunda ola logra un análisis más equilibrado en el sentido de que identifica tanto las similitudes como las diferencias entre Jung y el chamanismo, pero también está limitada por la posición privilegiada que otorga a las consideraciones esencialistas a expensas de las constructivistas. Este documento pide entonces un enfoque epistemológicamente más integrador para el estudio de la relación entre Jung y el chamanismo, uno que pueda construir sobre la erudición existente complementando las perspectivas esencialistas y constructivistas. Cuando estos últimos se incluyen en el análisis, la conclusión de que Jung era un chamán se vuelve problemática. Tal conclusión también oscurece la creciente conciencia sobre la verdadera naturaleza de la ascendencia intelectual de Jung. Si uno tuviera que elaborar una lista de tradiciones de las que podría decirse que Jung fue heredero, este artículo argumenta que en los primeros lugares de esa lista estarían el clasicismo alemán, el gnosticismo y el hermetismo. Desafortunadamente, eso es algo que la erudición existente sobre Jung y el chamanismo ignora por completo.