ISSN: 2155-6148
Hamed Elgendy, Doaa Ahmed, Soha Elmorsy, Ali Aboloyoun, Ahmad Banjar, Talha Youssef y Azza Al-Attar
Objetivo: explorar la asociación entre los requisitos anestésicos de los niños sometidos a la prueba ABR y el grado de anomalÃa descubierto por la prueba. Métodos: Los datos anestésicos operativos, incluidas las dosis de propofol y midazolam, se recopilaron retrospectivamente en niños sometidos a pruebas ABR. Las dosis de propofol se transformaron logarÃtmicamente y se ingresaron como variable dependiente en modelos de regresión lineal con el peso, la altura, el Ãndice de masa corporal, el cociente de inteligencia, la puntuación CARS y la extensión de la lesión por ABR (ninguna, unilateral o bilateral) como covariables y el género como factor. Las variables independientes con asociaciones significativas se utilizaron en modelos de regresión múltiple. Resultados: En 227 casos totales del estudio, no se identificó ninguna lesión en 62 casos, se identificó una lesión unilateral en 80 casos y se identificaron lesiones bilaterales en 85 casos. Autismo fue diagnosticado en el 31% de los niños. La regresión simple mostró una asociación significativa del peso, la extensión de la lesión y la dosis de midazolam con el logaritmo de la dosis de propofol. En regresión múltiple, las tres variables mantuvieron su asociación significativa con coeficientes e IC 95% de (-0.013) y (-0.024)-(-0.003), 0.111 y 0.034-0.183, y (-0.197) y (-0.271)- (-0.124) respectivamente. El tiempo de recuperación fue similar entre los grupos de lesiones, lo que indica una necesidad real de dosis más altas. Conclusión: Los niños con lesiones autistas pueden requerir mayores dosis de propofol para la sedación. Las pruebas ABR pueden proporcionar información clÃnica clave sobre los requisitos anestésicos en pacientes autistas. Se requieren más estudios para evaluar la seguridad de la anestesia en niños que requieren dosis más altas de medicación para la sedación.