Revista de Ingeniería Biomédica y Dispositivos Médicos

Revista de Ingeniería Biomédica y Dispositivos Médicos
Acceso abierto

ISSN: 2475-7586

abstracto

Validación de un nuevo dispositivo de presión nociva para su uso en estudios de dolor con IRMf

Marisa DiMarzio, Michael Spinrad, Maria Hancu, Ellinor Grinde, Jamie Chang, Julia Slyer, Ileana Hancu, Eric Fiveland, Michael Gillogly, Julia Prusik y Julie G. Pilitsis

Antecedentes: La mayoría de los estudios de IRMf sobre la percepción del dolor utilizaron estímulos térmicos debido a la falta de un mecanismo mecánico reproducible y confiable no metálico. estímulo. Exploramos 2 posibles dispositivos mecánicos compatibles con RM y validamos uno que inducía cambios en fMRI.

Propósito: Validar un dispositivo compatible con RM de estímulo mecánico nocivo en una cohorte sana y una cohorte con dolor crónico. Además, para garantizar que este dispositivo provocara cambios en la resonancia magnética funcional en comparación con un dispositivo de presión.

Métodos: dos controles sanos se sometieron a exploraciones de IRMf en presencia o ausencia de estímulos mecánicos nocivos utilizando diferentes dispositivos. Se desarrolló un paradigma para administrar los estímulos con las respuestas más sólidas en fMRI. La reproducibilidad del dispositivo se confirmó en 10 pacientes con dolor crónico y controles sanos de la misma edad/género. Las comparaciones de los datos demográficos de los pacientes, incluidos la edad, el sexo y las puntuaciones de la escala de calificación numérica (NRS) entre las cohortes, se realizaron mediante una prueba t de dos muestras. La reproducibilidad se evaluó mediante ANOVA de medidas repetidas.

Resultados: ambos dispositivos, cuando se administraron a los 15 segundos y 30 segundos después, indujeron la activación de la corteza somatosensorial (SI) primaria en la resonancia magnética funcional. El dispositivo que afectaba al lecho ungueal provocaba molestias constantes y posteriormente se validó. En concreto, una presión media de 15,7 ± Incomodidad inducida por 0,05 psi que se mantuvo constante en ensayos repetidos (p = 0,74). Además, en los controles sanos, hubo una correlación significativa entre la presión aplicada y las puntuaciones de NRS en los controles (p<0,01). En pacientes con dolor crónico, una presión media de 15,3 ± 0,10 psi proporcionaron molestias durante una sola prueba. Esta presión no difirió de la encontrada en controles sanos (p=0,26).

Conclusión: Hemos desarrollado y validado un dispositivo de presión novedoso que es compatible con MRI y proporciona una precisión mejorada. Hemos demostrado una mayor reproducibilidad en comparación con los dispositivos existentes en la literatura y la viabilidad documentada en estudios piloto de IRMf. El trabajo futuro se centrará en demostrar su uso en estudios de resonancia magnética funcional en pacientes con dolor crónico.

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