ISSN: 1745-7580
Eida Al Badi*
A pesar de los importantes esfuerzos de contención, la pandemia de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) sigue propagándose en muchos países con distintos grados de síntomas clínicos. Por lo tanto, existe una necesidad urgente de un enfoque colaborativo, que incluya un diagnóstico preciso, epidemiología, vigilancia y prevención mediante el uso de tecnología de alta velocidad. El ensayo RT-qPCR (reacción en cadena de la polimerasa cuantitativa con transcripción inversa) se considera el estándar de oro para la detección temprana del virus, aunque esta técnica tiene una aplicación limitada para su uso como prueba de cabecera debido a la complejidad técnica. Como resultado, el uso de qRT-PCR en la detección del SARS-CoV-2 (síndrome respiratorio agudo severo) sigue siendo el más preciado debido a su especificidad, respuesta rápida y confiabilidad. También está disponible la detección de anticuerpos IgG e IgM mediante varios ensayos. Además, estos ensayos pueden mostrar la infección actual o pasada, las respuestas a la vacunación y la identificación de títulos de anticuerpos neutralizantes en individuos recuperados. Sin embargo, la técnica menos valiosa que se utiliza para rastrear la infección viral, controlar las mutaciones y clasificar los subtipos es la secuenciación del genoma viral. Además, un ensayo emergente basado en CRISPR-Cas, como el desbloqueo de reporteros enzimáticos específicos de alta sensibilidad (SHERLOCK), también podría proporcionar una alternativa para la detección rápida y en el punto de atención. En conclusión, existen diversos métodos disponibles para la detección del genoma y las proteínas virales y la selección del método específico depende de los fines de diagnóstico y prevención o de control de la eficacia de la vacunación.