ISSN: 2155-9570
Anil Kaplan*
Introducción: El síndrome tóxico del segmento anterior (TASS) es una reacción no infecciosa de la cámara anterior causada por cirugías oculares. Por lo general, se desarrolla dentro de las primeras 12 a 48 horas posteriores a la cirugía. En caso de sospecha clínica de TASS, siempre se debe descartar la endoftalmitis como una enfermedad devastadora. Sin embargo, el hecho de que el TASS y la endoftalmitis puedan parecer iguales, pero el tratamiento para cada uno es diferente. Por lo tanto, distinguir entre las dos afecciones es un factor importante para hacer frente a ambas enfermedades. El objetivo fue describir las características y el manejo clínico que se consideran al distinguir la causa de la respuesta inflamatoria inesperada después de la cirugía de cataratas.
Marco: Departamento de Oftalmología de la Universidad Ege, revisión retrospectiva de registros médicos.
Método: Se incluyeron en este estudio un total de 13 pacientes que desarrollaron TASS en nuestra clínica en 3 días diferentes entre julio de 2022 y diciembre de 2022. Se recopilaron fotografías del segmento anterior de esos 13 pacientes, los registros de los exámenes oftalmológicos de esos pacientes, incluida la agudeza visual mejor corregida (MAVC), la presión ocular y el examen biomicroscópico y fundoscópico. Los datos médicos se evaluaron retrospectivamente.
Resultados: El tiempo medio de aparición de los síntomas clínicos fue de 27,6 horas. El síntoma principal fue el dolor en nueve pacientes. El síntoma principal en el resto de los pacientes fue la visión borrosa. Se observó hipopión grave en 5 casos. A pesar de la presencia de dolor e hipopión, los pacientes que fueron tratados con esteroides tópicos fueron seguidos de cerca (cada 2 horas) porque eran pacientes consecutivos y tenían quejas de inicio relativamente agudo. La inflamación retrocedió después de un promedio de 4 horas. No se encontró ningún factor causante de TASS. La agudeza visual corregida se encontraba en el nivel mínimo de 8/10 el quinto día de la cirugía.
Conclusión: Para diferenciar el TASS de la endoftalmitis, el dolor intenso, la aparición relativamente tardía, la hiperemia y la presencia de hipopión grave suelen llevar a los oftalmólogos al diagnóstico clínico de endoftalmitis. Sin embargo, en este estudio, la mayoría de los pacientes diagnosticados con TASS tenían dolor intenso, una parte significativa de ellos tenía hipopión y la aparición de los síntomas es relativamente tardía. El seguimiento cercano inmediatamente después de la sospecha desempeña un papel vital en el diagnóstico clínico y el tratamiento correspondiente.