ISSN: 2161-1025
Hanène Ayari
La aterosclerosis es una enfermedad de la pared arterial modulada por el equilibrio inflamatorio. El factor de crecimiento transformante [TGF] tipo β1, β2 y β3 son citoquinas con amplia actividad en células y tejidos en el sistema cardiovascular y se ha propuesto que juegan un papel en la patogénesis de la aterosclerosis. Esta citocina es un importante orquestador de la respuesta fibroproliferativa al daño tisular. De hecho, además de sus efectos sobre la regulación del ciclo celular y la supervivencia/apoptosis en muchos tipos de células, incluidas las células endoteliales y de músculo liso, TGF-β; es una importante citocina antiinflamatoria. Aunque podríamos tener la tentación de etiquetar TGF-β como “ateroprotector” o “aterogénico” factor, TGF-β; es más probable que desempeñe un papel central en la reparación vascular tanto normal como patológica.