ISSN: 2167-1044
Rowena Kong*
La posible importancia de la exposición comprometida a estímulos positivos durante la primera infancia de un individuo podría contribuir al desarrollo de una memoria positiva empobrecida y, posteriormente, a respuestas emocionales desreguladas a tal valencia de estímulos en edad adulta. Esto podría explicar potencialmente las respuestas emocionales positivas amortiguadas de las personas deprimidas según lo informado en los estudios de imágenes de las vías de recompensa mesolímbicas del cerebro. Este documento proporciona énfasis y sugerencias para una exploración preliminar de los estímulos positivos de dibujos animados como una nueva herramienta en objetivos terapéuticos para el tratamiento de la depresión y la investigación que atienden a un subgrupo de personas depresivas que habían experimentado traumas infantiles y episodios estresantes como causas principales del trastorno. Los estímulos de dibujos animados como una forma de terapia visual e interactiva pueden proporcionar un componente compensatorio y restaurador de las pérdidas emocionales y los insultos en una positividad infantil saludable que se requiere para un desarrollo y crecimiento neuropsicológico normal y equilibrado. Desafortunadamente, tales recursos disponibles para la terapia apenas se han considerado y utilizado. El beneficio potencial de la exposición a los estímulos de dibujos animados puede extenderse más allá del método de inducción del estado de ánimo positivo y aborda aún más la necesidad de comodidad, comprensión, relación emocional y situacional tanto implícita como explícita que compense la falta de tal estimulación durante una vida estresante temprana. Mediante la evocación de asociaciones positivas infantiles, se plantea la hipótesis de que la depresión podría reducirse en gravedad y el umbral para la activación de la respuesta a estímulos y temas positivos podría reducirse, restaurando así los desequilibrios del estado de ánimo negativo y positivo.