ISSN: 2165-7556
Martina Lorenzino, Luigi Bregant, Flavia D.
En los últimos años se está cambiando el concepto de confort. Hallazgos recientes subrayan el papel de los procesos fisiológicos y psicológicos en la determinación de la percepción de la comodidad del individuo. El confort se ha medido tradicionalmente en términos de reactividad fisiológica durante la exposición a un estímulo ambiental. En estudios experimentales, la actividad del sistema nervioso autónomo se evalúa midiendo la Variabilidad del Ritmo Cardíaco (HRV), mientras los participantes están expuestos a la estimulación. El aumento de la actividad del sistema nervioso simpático y la disminución de la respuesta de los sistemas nerviosos parasimpáticos se consideran índices de una respuesta de estrés (malestar). Curiosamente, estudios recientes han demostrado que la respuesta al estresor también está influenciada por procesos psicológicos. Se ha encontrado que la respuesta del sistema nervioso autónomo cambió en función de los estados de ánimo, creencias personales y rasgos de personalidad de los participantes. Aunque estos resultados sugieren la importancia de evaluar tanto las variables fisiológicas como psicológicas, los estándares y las pautas técnicas para apoyar el diseño de confort todavía se basan solo en la definición de los parámetros físicos de los estresores ambientales. Esta breve comunicación examina los resultados recientes sobre el papel de los procesos psicológicos y fisiológicos en la percepción del confort, mostrando la necesidad de reducir la brecha que existe entre la investigación en ingeniería y los hallazgos de la investigación psicofisiológica actual.