ISSN: 2332-0761
Ansar Sherif
Inherente a los sistemas federales, la constitución federal divide la competencia entre el gobierno central y los estados regionales. Los dos niveles de gobierno existen independientemente uno del otro, es decir, son autónomos y la división de poderes existe sobre la base de la asignación constitucional de poderes entre los dos. No existe una regla estricta sobre qué niveles de gobierno deben estar facultados con qué tipo de poderes. Hay disparidades entre las federaciones en la división de poderes entre los dos niveles de gobierno. También en el campo de las relaciones exteriores, es común ver disparidades entre las federaciones. Algunas federaciones han distribuido el poder de relaciones exteriores entre los dos niveles de gobierno, mientras que en otras federaciones el poder se otorgó a los estados regionales mientras que en otras se otorgó a ambos niveles de gobierno como poder de competencia compartido.
Según la configuración federal etíope, los poderes federales y estatales están definidos por la constitución federal en la que este último otorga el poder de relaciones exteriores exclusivamente al gobierno federal. En Etiopía, no existía un marco constitucional e institucional que permitiera a los estados regionales involucrarse en las relaciones exteriores. La Constitución Federal en virtud del artículo 51 (8) que establece que las relaciones exteriores son competencia exclusiva del gobierno federal (en adelante FG), esto cesa el poder de los estados regionales específicamente en asuntos de importancia regional que les otorga la constitución. Dado que el poder de las relaciones exteriores se otorga constitucionalmente a FG como su poder exclusivo, como resultado, la autonomía de los estados regionales se ve gravemente afectada. La monopolización de las relaciones exteriores por parte de FG tiene impactos en la existencia autónoma de los estados regionales esp. en relación con la autodeterminación de las regiones. Debido a que tienen intereses divergentes, el punto es por qué medios se salvaguardan esos intereses divergentes de los estados en caso de monopolización de las relaciones exteriores por parte de FG. Además, el monopolio de las relaciones exteriores por parte de FG también tiene ramificaciones en lo social, político y económico de las regiones. Aunque el sistema federal etíope, que fue diseñado principalmente para salvaguardar el derecho al autogobierno de las naciones, nacionalidades y pueblos de Etiopía, parece haberse convertido en un instrumento de usurpación de la autonomía de los Estados debido al monopolio federal en las esferas de las relaciones exteriores ( artículo 51 inciso 8 de la Constitución FDRE). El hecho de que la política exterior ya no se refiera estrictamente a una relación entre estados soberanos y que los tratados abarquen toda una variedad de temas, incluidos los campos social y económico, la protección de los derechos humanos, la educación, las condiciones laborales, etc., solo han exagerado la invasión federal de la autonomía de los estados regionales.
Por lo tanto, este artículo se esfuerza por explorar los impactos de la monopolización de las relaciones exteriores por parte de FG en el gasto autónomo y la autodeterminación de los estados regionales en Etiopía.