ISSN: 0974-276X
Akefe Isaac, Yusuf Ibrahim, Adamu Andrew, Dung Edward y Abraham Solomon
El veterinario se enfrenta diariamente al desafío de diagnosticar varias enfermedades en diferentes animales. La cuantificación de los niveles de cortisol se ha utilizado en la evaluación de la ansiedad y la angustia iniciadas por condiciones de enfermedades infecciosas y no infecciosas, mala gestión, transporte, temperatura ambiental adversa y operaciones quirúrgicas. La hormona cortisol se ha implicado en varios procesos inmunológicos y metabólicos y, por lo tanto, puede servir como marcador para controlar el bienestar animal. Varios factores afectan la prueba específica que se llevará a cabo y la muestra que se utilizará. Recientemente, RIA ha sido identificado como el estándar de oro para la determinación de los niveles de cortisol. Sin embargo, también tiene sus propias deficiencias, de ahí la necesidad de utilizar otras técnicas de ensayo como ELISA, técnicas de fluorescencia y ensayos químicos que son más comunes en nuestro entorno. También existe la posibilidad de que el análisis de cortisol utilice muestras no invasivas, como las uñas de los dedos y la cera de los oídos, para mejorar los resultados de las pruebas.