Trastornos pancreáticos y terapia

Trastornos pancreáticos y terapia
Acceso abierto

ISSN: 2165-7092

abstracto

La detección clínica del carcinoma de páncreas: una comparación de los biomarcadores estándar con los de una nueva clase de biomarcadores utilizados tanto para el diagnóstico como para la terapia

Arlen M, Arlen P, Wang X, Saric O, Martin DA, Deutsch G y Sathyanaryana SA

Una de las características que define a muchas neoplasias malignas que hacen metástasis a través del sistema circulatorio es su capacidad de arrojar proteínas de la membrana superficial al torrente sanguíneo, donde pueden detectarse como marcadores tumorales. La principal aplicación clínica asociada con la definición de estos marcadores tumorales, muchos de los cuales representan antígenos de carbohidratos, ha sido su uso para controlar específicamente el estado del paciente, en términos de su respuesta a la terapia. En los más de 40 años de medición clínica de lo que llamamos marcadores tumorales, no se ha definido ninguno que tenga valor en su capacidad para ayudar al médico a diagnosticar la presencia de una neoplasia maligna existente. Más bien, su papel ha sido asignado al de una función de supervisión. Parece esencial que el marcador tumoral ideal, una vez definido, sea capaz de detectar la presencia de un tumor establecido, así como caracterizar el estado clínico de dicho neoplasma existente. Lo que es más importante, este mismo marcador debería expresarse solo en el estado maligno y no estar asociado con afecciones inflamatorias que se desarrollan en el tejido normal adyacente al tumor. En general, los marcadores actualmente disponibles para uso clínico son de origen carbohidrato y aparecen en muchas condiciones no relacionadas con la presencia de cáncer. Su uso ha quedado relegado al seguimiento del curso clínico de una neoplasia maligna conocida en términos de respuesta o falta de respuesta a un enfoque terapéutico: es decir, radiación o quimioterapia. Cuando las proteínas diana adecuadas que están en proceso de ser definidas y son detectadas por anticuerpos monoclonales dirigidos contra un epítopo específico en la proteína, el mismo monoclonal utilizado para la detección, cuando se administra por vía intravenosa puede cazar, buscar y destruir el neoplasma existente.

Top