ISSN: 2385-4529
Andrea H. Rasbold, Susan B. Sisson, Karina R. Lora, Cassie M. Mitchell
Antecedentes: Ver demasiada televisión se ha asociado con la obesidad y una mayor ingesta de alimentos, pero la investigación rara vez se ha centrado en los niños pequeños. Este estudio tuvo como objetivo determinar las relaciones entre el acceso a la televisión en el hogar, el consumo de alimentos durante la cena y la obesidad en niños de 3 a 5 años. Métodos: Los cuidadores de niños (n=72) informaron: 1) acceso a la televisión en el dormitorio de los niños; 2) número de televisores en el hogar; 3) frecuencia con la que el niño cena frente al televisor; 4) presencia de televisión visible desde los comedores; y un recordatorio dietético de tres días de la ingesta de alimentos de la cena del niño. Se calcularon las kilocalorías totales (kcal), las porciones de frutas y verduras y los percentiles del índice de masa corporal (IMC percentil). Resultados: Los niños tenían 3,7 ± 0,7 años, 43 % varones, 47 % blancos, 26 % con sobrepeso u obesidad, y los percentiles de IMC medio fueron 68,6 ± 28,8. En la cena, los niños consumieron 426±146 kcal, 0,12±0,25 de fruta, 0,59±0,59 de verdura y 0,69±0,58 de fruta y verdura combinadas. Los niños sin televisor en la habitación consumieron más verduras (0,80±0,67 vs. 0,39±0,41; t=3,091, p=0,003) y frutas y verduras combinadas (0,90±0,66 vs. 0,5±0,44; t=2,963, p=0,004). Los niños con ≥3 televisores en el hogar tenían percentiles de IMC más altos que aquellos con ≥2 televisores (68,8±27,3 vs. 54,3±29,3; F=4,629, p=0,035). Ni la frecuencia de comer mientras se ve la televisión ni la presencia de televisión visible desde los comedores se asociaron con el percentil de IMC. Conclusiones: Un mayor acceso a la televisión en el hogar, incluidos los televisores en los dormitorios y el número total de televisores, se asocia con una menor ingesta de frutas y verduras y un mayor porcentaje de IMC entre los niños pequeños. Este estudio respalda las recomendaciones de que los niños no deben tener acceso a la televisión en el dormitorio y podría ayudar a informar futuras estrategias de intervención y prevención de la obesidad infantil.