ISSN: 2167-0277
Gowri Raman, Yuan Zhang, Vincent J Minichiello, Carolyn D’Ambrosio y Chenchen Wang
Antecedentes: la actividad física y el ejercicio parecen mejorar la calidad del sueño. Sin embargo, rara vez se han examinado los efectos cuantitativos del Tai Chi sobre la calidad del sueño en la población adulta. Realizamos una revisión sistemática y un metanálisis que evaluaron los efectos del Tai Chi en la calidad del sueño en adultos sanos y poblaciones con enfermedades.
Métodos: se realizaron búsquedas en Medline, bases de datos Cochrane Central y revisión de referencias hasta el 31 de julio de 2013. Se examinaron estudios en inglés de todos los diseños que evaluaron el efecto del Tai Chi en los resultados del sueño en adultos. . Los datos fueron extraídos y verificados por 2 revisores. La información extraída incluyó el entorno y el diseño del estudio, las características de la población, el tipo y la duración de las intervenciones, los resultados, el riesgo de sesgo y los resultados principales. Se utilizó un metanálisis de modelos de efectos aleatorios para evaluar la magnitud del efecto del tratamiento cuando al menos 3 ensayos informaron sobre los mismos resultados del sueño.
Resultados: Se identificaron once estudios (9 ensayos aleatorizados y 2 no aleatorizados) con un total de 994 temas publicados entre 2004 y 2012. Todos los estudios excepto uno informaron el índice de calidad del sueño de Pittsburg. Nueve ensayos aleatorios informaron que 1,5 a 3 horas cada semana durante una duración de 6 a 24 semanas de Tai Chi mejoraron significativamente la calidad del sueño (tamaño del efecto, 0,89; intervalo de confianza [IC] del 95 %, 0,28 a 1,50), en personas sanas que vivían en la comunidad. participantes y en pacientes con enfermedades crónicas. Se produjeron mejoras en los resultados de salud, incluido el rendimiento físico, la reducción del dolor y el bienestar psicológico en el grupo de Tai Chi en comparación con varios controles.
Limitaciones: los estudios fueron heterogéneos y algunos ensayos carecieron de rigor metodológico.
Conclusiones: el Tai Chi mejoró significativamente la calidad del sueño tanto en adultos sanos como en pacientes con enfermedades crónicas, lo que sugiere que el Tai Chi puede considerarse como una terapia conductual alternativa en el tratamiento del insomnio. Se necesitan ensayos aleatorios bien controlados y de alta calidad para informar mejor las decisiones clínicas.