ISSN: 2155-9899
Dianne Lorton y Denise L Bellinger
Los mecanismos que causan la enfermedad autoinmune son complejos e incluyen interacciones con factores genéticos, ambientales, inmunológicos y neural-endocrinos. Estos eventos a menudo están separados por muchos años, lo que sugiere que el inicio de la enfermedad requiere un evento desencadenante que, si se comprende, podría ser un objetivo terapéutico. Cómo se rompe la tolerancia y cómo se inicia la aparición de la enfermedad sigue siendo un misterio. Los estresores psicológicos están implicados en el desarrollo y la progresión de las enfermedades autoinmunes. En primer lugar, los factores estresantes graves de la vida están fuertemente asociados con la aparición de la enfermedad en hasta el 80 % de los pacientes. En segundo lugar, las principales vías de estrés, el sistema nervioso simpático (SNS) y la función del eje hipotálamo-pituitario-suprarrenal (HPA) se vuelven patológicas en las enfermedades autoinmunes. Finalmente, hay una “trifecta” de funciones inmunitarias desreguladas, actividad elevada del SNS, baja capacidad de respuesta parasimpática y baja del eje HPA en la mayoría de las enfermedades autoinmunes. Comprender los cambios en la diafonía bidireccional entre estos sistemas que conducen a esta “trifecta” es clave para comprender completamente las enfermedades autoinmunes. Estos sistemas neuroendocrinos normalmente funcionan para regular las respuestas inmunitarias y restaurar la homeostasis del sistema inmunitario después de desafíos inmunitarios. Aquí, nos enfocamos en nuestra comprensión actual del desequilibrio de los subtipos de células T CD4+ que se cree que impulsan la autoinmunidad y cómo la desregulación de la interacción entre el SNS y el sistema inmunitario afecta a las CD4+ Balance de subtipos de células Th en la enfermedad autoinmune, artritis reumatoide (AR). Nuestro laboratorio ha demostrado que el tono elevado del SNS y la alteración de la señalización del receptor β2-adrenérgico (β2-AR) se producen en linfocitos en órganos inmunitarios donde las células T auxiliares CD4+ artritogénicas desarrollar. En un modelo animal de AR, estos receptores ya no envían señales a través de AMPc, la vía de señalización canónica para los RA β2. En cambio, la señalización de β2-AR se desplaza hacia vías de señalización que se espera que promuevan la generación de células T CD4+ artritogénicas. Estos hallazgos indican que las disfunciones en la comunicación del SNS con el sistema inmunitario son eventos patológicos que podrían desencadenar la aparición de AR y, por extensión, de otras enfermedades autoinmunes.