ISSN: 2157-7544
KHALIDULLIN OLEG
Los humos artificiales difieren de los humos naturales en calidad, volumen y velocidad. El agua suministra microelementos a plantas y animales que se disuelven bajo tierra y a lo largo de los lechos de los ríos. Al ingresar a los cuerpos de los organismos y las raíces de las plantas con una estructura, ingresa a la atmósfera en forma de exhalación y secreciones, transpiración de una calidad diferente. La suma de todos estos vapores puramente individuales forma una sustancia en la atmósfera en forma de nubes, con ciertas propiedades pulidas durante millones de años en cada zona, que se precipitan a intervalos predeterminados a lo largo de intervalos predeterminados en zonas precipitadas del planeta, soportando diversas gamas desde los desiertos hasta los trópicos. Tomamos casi toda la tierra de la naturaleza talando bosques, arando el suelo, inundándolo con agua frente a las centrales hidroeléctricas, usando el agua de manera poco natural: la convertimos en un reactivo de trabajo. Los vapores de todos estos procesos no deben tener las propiedades inherentes a los vapores de organismos vivos y plantas. Ha cambiado el mecanismo de las transformaciones atmosféricas, que produce otras nubes de forma nueva, concentra y distribuye toda la humedad de forma diferente, y cambia el lugar de precipitación. La humanidad ha destruido los efectos de los humos orgánicos en el 70 por ciento de la tierra. Desde estos lugares, las aguas que no siguieron el camino indicado por la naturaleza comenzaron a evaporarse, para entregar nutrientes a los organismos vivos y las plantas. La nueva calidad del vapor ha cambiado la estructura del vapor de tal manera que afectó su gravedad específica. El aumento de peso del agua gaseosa y sus gotas cambiaron la ubicación de las nubes a lo largo de la altura de la atmósfera. Las precipitaciones en el camino a estos lugares no se acumulan en los glaciares, sino que reponen los océanos con volúmenes adicionales. La naturaleza le devolverá su proceso natural del circuito. Existen tales oportunidades si utilizamos la experiencia de los países desarrollados. Se sabe que en los países escandinavos ya no hay vertederos; en Israel, los productos vegetales se cultivan con un consumo mínimo de agua. Casas famosas con paisajismo vertical y de techo. Conocidos inventos que permiten generar electricidad sin embalses. Hay formas de consumir agua económicamente en aviones y trenes. Estas y otras medidas de ahorro total de agua deben aplicarse en todas las ciudades y países. Solo devolviéndola a la naturaleza, millones de años de tecnología probada del ciclo del agua, se pueden reducir los desastres naturales y frenar el cambio climático.