ISSN: 0974-276X
Pall Thor Ingvarsson
En los últimos años, el secado por aspersión se ha adoptado de otras disciplinas como un proceso para convertir proteínas/péptidos líquidos en fármacos y productos en polvo seco más estables. Al eliminar el agua, se reduce el movimiento molecular, lo que, por lo tanto, puede mejorar la estabilidad de almacenamiento y, además, eliminar los requisitos estrictos y costosos para
la temperatura de almacenamiento. El secado por aspersión ofrece ciertas ventajas sobre otros métodos de secado con un historial más probado, entre otros, tiempo, costo, flexibilidad de escala, proceso continuo e ingeniería de partículas. Sin embargo, todavía hay dudas sobre la utilización completa del secado por aspersión para la fabricación de macromoléculas de polvo seco en
la industria debido a la utilización de calor en el proceso. Para la evaporación de solventes, la energía de entrada es en forma de un gas de secado caliente alrededor de 100-200°C, lo que en los oídos de un especialista en péptidos/proteínas puede no parecer una receta para el éxito de moléculas termolábiles de este tipo. Sin embargo, esta presentación analizará algunos conceptos erróneos comunes sobre el proceso de secado por aspersión y discutirá por qué el secado por aspersión tiene futuro para asegurar formulaciones estables de proteínas/péptidos.
Además, presentaremos algunos ejemplos concretos que muestran que no debemos temer la alta temperatura utilizada en el proceso e incluso en algunos casos aceptarla para producir proteínas y péptidos en polvo seco estable y de alta calidad.