ISSN: 2167-0277
Pennie S Seibert, Jennifer Valerio, Codieann Dehaas, Danielle Nebeker, Fred Grimsley y Christian G Zimmerman
Es ampliamente reconocido que los trastornos del sueño (TS) son muy prevalentes, a pesar de que en la práctica no se diagnostican ni se tratan correctamente. Los MS ocurren a todas las edades, aunque la presentación y las consecuencias posteriores para la salud de un individuo varían a lo largo de la vida. Actualmente, la evaluación de las SD es inadecuada en todos los rangos de edad y para ambos sexos, ya que se ven comprometidas por la subnotificación y la dependencia de los autoinformes, en lugar de los estudios profesionales del sueño (es decir, la polisomnografía nocturna (NPS) y las pruebas múltiples de latencia del sueño ( MSLT)). Además, hay escasez de datos específicos para las personas mayores; muchas personas mayores reportan insatisfacción con la calidad del sueño. De hecho, la literatura ha demostrado que las poblaciones geriátricas pasan menos tiempo en el sueño de ondas lentas y el sueño de movimientos oculares rápidos (REM) y tienen más dificultades para mantener el sueño. Su insatisfacción puede deberse a cambios en la arquitectura del sueño asociados con el proceso de envejecimiento; sin embargo, se ha sugerido que se debe en gran parte a enfermedades comórbidas, problemas sociales, efectos hormonales, ritmos circadianos alterados o efectos secundarios de medicamentos que son comunes en los ancianos. Además, el sueño geriátrico está relacionado con la depresión, problemas de salud y funcionamiento, y ritmos circadianos más débiles o menos sincronizados. En respuesta, utilizamos un cuestionario de 111 elementos junto con NPS, MSLT, la escala de somnolencia de Epworth (ESS) y revisiones de historias clínicas de personas remitidas para una evaluación SD para comparar el sueño en geriatría con el de adultos. El análisis reveló numerosas diferencias entre los grupos de adultos y geriátricos, con los ancianos experimentando más SD, latencias de sueño más largas y menos quejas de sueño. Con base en los resultados de esta investigación, planteamos una mayor consideración de los SD en todos los grupos de edad para lograr la mejor atención médica y calidad de vida para todos.