ISSN: 2167-0277
Christie Racine, Kaushal Kalra, Mirnova Ceide, Natasha J. Williams, Ferdinand Zizi, Mauro V Mendlowicz y Girardin Jean-Louis
Introducción: este estudio exploró las asociaciones entre la duración del sueño y la regulación emocional entre mujeres negras urbanas (edad media = 59 ± 7 años).
Método: Las mujeres elegibles (n = 523) proporcionaron datos sociodemográficos durante entrevistas cara a cara. Utilizamos la Evaluación Integral y el Examen Físico de Referencia para medir el estado de salud; las mujeres también estimaron su duración habitual del sueño. Utilizamos una versión modificada del modelo conceptual de represión de Weinberger, el índice de autorregulación (ISE) para medir la regulación emocional. Las puntuaciones de ISE se derivaron de la fusión de la subescala defensiva de la Escala de Deseabilidad Social y la subescala de ansiedad del Inventario de Ansiedad Estado-Rasgo.
Resultados: La mediana de la duración habitual del sueño fue de 7 horas; El 20% de las mujeres dormían poco (<6 horas) y el 6% dormían mucho (>8 horas). Los que dormían poco, en lugar de los que dormían mucho, tenían una mayor probabilidad de informar síntomas de insomnio que los que dormían de 6 a 8 horas [63,4 % frente a 28,1 %; X2 = 41,87, p<0,001]. En el primer modelo de regresión logística, las probabilidades de dormir poco para los reguladores bajos fueron 3 veces mayores que para los reguladores altos [OR = 3.22 IC 95%: 2.05-5.06; p<0,0001]. En el análisis multivariante ajustado, el OR se redujo a 2,06, pero siguió siendo significativo. En el segundo modelo logístico, la probabilidad de dormir mucho entre los reguladores bajos fue un 37 % mayor que para los reguladores altos, pero los resultados no fueron significativos [OR = 1,37, IC 95 %: 0,62-3,01; NS].
Discusión: La duración del sueño de corta y larga duración se asocia con una capacidad reducida para la regulación de las emociones. Las mujeres que duermen de 6 a 8 horas pueden ser más hábiles para regular las emociones en su vida diaria. Los síntomas del insomnio podrían mediar en las asociaciones entre las regulaciones emocionales y la duración del sueño.