Revista de Oftalmología Clínica y Experimental

Revista de Oftalmología Clínica y Experimental
Acceso abierto

ISSN: 2155-9570

abstracto

Tratamiento simultáneo de la uveítis grave y el melanoma metastásico inducidos por vemurafenib

Moritz C Daniel, Sonja Heinzelmann y Thomas Neß

Antecedentes: El vemurafenib, un inhibidor de la serina-treonina cinasa, se ha utilizado para tratar el melanoma metastásico irresecable desde 2011. Los eventos adversos oculares son se informó que es raro y que retrocede después de la interrupción de vemurafenib y la terapia con esteroides tópicos. Sin embargo, este enfoque debe sopesarse frente a la posible progresión del melanoma. Presentamos opciones alternativas en el tratamiento de la uveítis que permiten la continuación de la terapia con vemurafenib.
Caso clínico: Describimos el curso clínico de la uveítis inducida por vemurafenib en dos pacientes que inicialmente presentaban edema macular y escleritis. Ambos pacientes fueron tratados con éxito sin suspender el vemurafenib. La inflamación intraocular y el edema macular remitieron lentamente después de la inyección intraocular de 700 mg de dexametasona en el ojo derecho del primer paciente. Un aumento moderado de la presión intraocular se controló fácilmente con tratamiento antiglaucomatoso tópico. Dado que la inflamación intraocular no había disminuido con los esteroides tópicos, también se inyectó dexametasona en el ojo izquierdo. El segundo paciente presentó inflamación intraocular y escleritis severa en ambos ojos, y fue tratado sistémicamente con 80 mg de prednisolona p.o. por día. Su condición ocular y agudeza visual mejoraron rápidamente. El edema macular retrocedió completamente en ambos ojos.
Conclusión: En pacientes con uveítis inducida por vemurafenib, la progresión del melanoma siempre debe sopesarse frente al alivio de los síntomas oculares. Sugerimos a priori tratamiento esteroideo sistémico o intravítreo con terapia antimelanótica simultánea. Se debe considerar el tratamiento intravítreo en caso de edema macular. La terapia con esteroides tópicos y sistémicos requiere una disminución gradual para evitar una recaída de la inflamación ocular

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