ISSN: 2332-0761
Trung A Dang
De acuerdo con un hallazgo bien establecido y sustancialmente significativo en la literatura de economía política internacional, los países anfitriones democráticos están en mejores condiciones para atraer inversiones extranjeras directas (IED). Sin embargo, muestro que la supuesta asociación entre democracia e IED desaparece una vez que controlo por un sesgo de selección en el que la IED tiende a originarse en países de origen democráticos. Luego proporciono evidencia empírica para respaldar una afirmación novedosa de que no es la democracia en sí misma sino la similitud política entre el país de origen y el anfitrión lo que atrae la IED. Además, sugiero una explicación causal de por qué la IED tiende a fluir entre países políticamente similares.