ISSN: 2261-7434
Judy McCrow, Margaret Morton, Catherine Travers, Keren Harvey, Eamonn Eeles
Antecedentes: los médicos suelen utilizar su propio juicio para evaluar el estado de hidratación del paciente, aunque hay pruebas limitadas para la utilidad diagnóstica de cualquier síntoma clínico individual. Por lo tanto, el objetivo de este estudio fue comparar la precisión diagnóstica de la deshidratación evaluada clínicamente en pacientes hospitalizados mayores (usando múltiples síntomas), versus la deshidratación medida usando la osmolalidad (CO) calculada en suero como estándar de referencia.
Método: Los participantes fueron 44 pacientes hospitalizados de edad ≥ 60 años. La deshidratación se evaluó clínica y patológicamente (CO) dentro de las 24 horas posteriores al ingreso y al final del estudio. Se calcularon indicadores de precisión diagnóstica.
Resultados: Los médicos identificaron que el 27 % de los pacientes estaban deshidratados al ingreso y el 19 % al salir, en comparación con el 19 % y el 16 % que usaban CO. La concordancia entre las medidas fue regular al ingreso y deficiente al salida. La evaluación clínica mostró poca sensibilidad para predecir la deshidratación con una especificidad razonable.
Conclusiones: En comparación con el uso de CO, la evaluación clínica de la deshidratación en pacientes mayores fue deficiente. Dado que no identificar la deshidratación en esta población puede tener consecuencias graves, recomendamos que los médicos no confíen en sus propias evaluaciones sin utilizar también el estándar de referencia.