ISSN: 2161-0401
Maria Greabu, Bogdan Calenic
Durante las últimas dos décadas, la saliva ha sido investigada como un enfoque de diagnóstico alternativo para varias enfermedades orales y sistémicas. Por su composición y funciones, la saliva podría representar uno de los medios biológicos más adecuados para aplicaciones clínicas. Como fluido de diagnóstico, la saliva ofrece ventajas distintivas sobre el suero y otros fluidos corporales y puede proporcionar un enfoque rentable para la detección de grandes poblaciones. El elemento clave del diagnóstico basado en la saliva es su no invasividad. Es un hecho bien establecido que el equilibrio de los constituyentes en la saliva indica un estado saludable mientras que el desequilibrio puede ser un signo de enfermedad, debido a condiciones exógenas o endógenas. Por otro lado, existe una creciente evidencia de que la salud/enfermedades bucales están vinculadas a la salud/enfermedades sistémicas. Se demuestra que la inflamación, la infección y el estrés oxidativo son los procesos patogénicos comunes y cada uno de ellos se refleja en la composición salival. La presente revisión se centra en varios conceptos clave: [i] ventajas y limitaciones del diagnóstico salival; [ii] biomarcadores salivales asociados a enfermedades orales y sistémicas; [iii] roles salivales en la detección temprana y progresión de patologías orales y sistémicas; [iv] la saliva como herramienta de seguimiento del estrés oxidativo en la cavidad oral.