ISSN: 2329-9096
Ravi R Bajaj, Aviroop Biswas, Sheldon M Singh, Paul I Oh y David A Alter
Antecedentes: La seguridad de la terapia con ejercicios (ET) en pacientes con un desfibrilador cardioversor implantable ( ICD) sigue sin estar claro. Buscamos explorar el estado actual de la evidencia y realizar una revisión sistemática sobre la seguridad de los DAI durante la ET.
Métodos: Se realizó una revisión sistemática utilizando CINAHL, Cochrane Library, EMBASE, Google Scholar, MEDLINE, PubMed (excluidos los registros de Medline) y las bases de datos de Web of Science que se buscaron hasta abril de 2015. Los estudios que evaluaron cuantitativamente Se incluyeron los eventos adversos evaluados durante la ET y después de la ET en pacientes con ICD en comparación con uno de dos grupos de control (pacientes con ET sin ICD o con ICD sin ET). El resultado primario fueron los eventos adversos durante la ET. Los resultados secundarios fueron eventos durante la TE y el seguimiento.
Resultados: Se realizaron metanálisis en diez estudios elegibles. Durante la ET, los pacientes con ICD experimentaron un mayor riesgo de eventos adversos [riesgo relativo (RR) = 2,63, intervalo de confianza (IC) del 95 % (1,71-4,05), P = 0,01] en comparación con los controles sin ICD. No hubo un aumento significativo del riesgo de eventos adversos en comparación con los controles de DAI sin TE [RR = 0,99, IC del 95 % (0,11-8,95), P = 0,99]. Los pacientes con ET-ICD tuvieron menos eventos adversos durante el seguimiento en comparación con las poblaciones sin ET ICD [RR = 0,90, IC del 95 % (0,82-0,99), P = 0,02]. Un análisis de sensibilidad que incluyó solo ensayos aleatorios mostró hallazgos similares que no mostraron diferencias en el resultado primario.
Conclusiones: Nuestro análisis mostró un aumento de eventos adversos durante el ejercicio en pacientes con ICD en comparación con pacientes sin ICD. Las tasas comparativas de eventos adversos entre pacientes con DAI sedentarios y que hacían ejercicio fueron similares durante la ET y más bajas después de la ET, lo que sugiere que el ejercicio puede ser seguro y potencialmente protector entre los pacientes con DAI. Se necesitan datos más rigurosos de ensayos aleatorizados más grandes para cuantificar aún más el riesgo incremental del ejercicio en poblaciones de DAI de alto riesgo.