ISSN: 2376-0419
Pramil Tiwari y Nidhi Sharma
La vitamina D, una vitamina liposoluble, debe mantenerse en concentraciones para el funcionamiento de los sistemas metabólico, inmunitario, reproductivo, muscular, esquelético, respiratorio y cutáneo de los hombres y mujeres de todas las edades. Una estimación aproximada indica que alrededor de mil millones de personas en todo el mundo tienen deficiencia de vitamina D. Las funciones fisiológicas de la vitamina D activa (calcitriol) están relacionadas con la homeostasis del calcio y la osteoporosis, con posibles funciones en la diabetes, el cáncer, la cardiopatÃa isquémica y las enfermedades autoinmunes e infecciosas. El déficit de vitamina D aumenta el riesgo de tumores malignos, particularmente de colon, mama y próstata, de enfermedades inflamatorias crónicas y autoinmunes (por ejemplo, diabetes mellitus insulinodependiente, enfermedad inflamatoria intestinal, esclerosis múltiple), asà como de trastornos metabólicos (sÃndrome metabólico, hipertensión). Los ocho trastornos discutidos en esta revisión son enfermedades cardÃacas, trastornos óseos, cáncer colorrectal y otras neoplasias malignas, enfermedades infecciosas, inflamatorias y autoinmunes, enfermedad inflamatoria intestinal, esclerosis múltiple, artritis reumatoide y diabetes mellitus tipo I. Existe una fuerte evidencia de asociación entre enfermedades cardÃacas, trastornos óseos, cánceres colorrectales, enfermedades infecciosas, inflamatorias y autoinmunes, enfermedades inflamatorias del intestino, esclerosis múltiple, diabetes mellitus tipo I y vitamina D. El grado de contribución de la deficiencia de vitamina D en el desarrollo de osteoporosis, cáncer de mama, artritis reumatoide no está claro.