ISSN: 2167-0587
Msafiri Yusuph Mkonda
Comprender los impactos de la erosión de la labranza en las fracciones de carbono orgánico (COS) y nitrógeno (N) del suelo es esencial para la conservación específica del suelo en áreas de cultivo. El COS y el N juegan un papel importante en los ciclos globales del Carbono (C) y del N. Establecer una reserva de SOC y N es un buen paso hacia la implementación del “4 por 1000” (4p1000) que se lanzó en la conferencia COP21 en París con el objetivo de frenar los crecientes niveles de dióxido de carbono atmosférico (CO2). Por lo tanto, es esencial comprender cuánto SOC y N se almacenan en el suelo y, si es posible, determinar cuánto tiempo persisten estos nutrientes bajo tierra. Estudios previos indican que el almacenamiento de COS y N afectó fuertemente la interacción del clima y los minerales. Sin embargo, la mayoría de estos resultados no han considerado consistentemente los suelos de las tierras de cultivo (plantaciones de sisal) como un ecosistema específico. Al intentar este estudio, tomamos muestras de la plantación de sisal del distrito de Handeni porque el área representa en parte los pastizales de Tanzania. Se establecieron dieciséis puntos de muestreo de suelo dentro de diez hectáreas e involucraron dos profundidades de suelo (es decir, 0-20 cm y 20-40 cm) y dos ubicaciones (tierras bajas y tierras altas). Los resultados muestran que ha habido variaciones significativas en las acumulaciones de SOC y N en las dos profundidades y ubicaciones del suelo. En las zonas bajas, el COS fue de 1,3 y 0,45 MgC ha−1 para las profundidades 0–20 cm y 20-40 cm, respectivamente. Además, en las zonas altas, el COS fue de 0,60 y 0,34 MgC ha−1 para las profundidades 0–20 cm y 20-40 cm, respectivamente. De manera similar, el N total fue significativamente mayor 2,12 Mg (0-20 cm) en las tierras bajas que en las tierras altas 1,80 Mg (0-20 cm). El mismo patrón ocurrió en la profundidad (20-40 cm) donde las tierras bajas tenían 1,40 Mg y las tierras altas tenían 1,16 Mg. Estos conocimientos en suelos de tierras de cultivo nos permiten inferir que las alteraciones de SOC y N están significativamente influenciadas por el cambio climático y los minerales. Biológicamente, la actividad microbiana y la biomasa microbiana se correlacionan con el COS y el N. Esto significa que diferentes zonas agroecológicas del país pueden tener diferentes almacenamientos de COS y N.