ISSN: 2155-6148
Antecedentes: las complicaciones del trasplante de hígado socavan los beneficios a largo plazo para los pacientes con enfermedad hepática en etapa terminal. Algunos pacientes que esperan un trasplante de hígado son tratados con midodrina, un agonista oral α1. Presumimos que el uso preoperatorio de midodrina predeciría un aumento de la hipotensión intraoperatoria con la administración asociada de vasopresores y hemoderivados y efectos nocivos sobre la supervivencia del injerto. Métodos: Realizamos un estudio de control de casos emparejado retrospectivo que examinó a pacientes que recibieron midodrina versus aquellos que no recibieron midodrina antes de someterse a un trasplante de hígado. Sesenta y cuatro pacientes fueron examinados y analizados. Los resultados primarios fueron el uso total de vasopresores intraoperatorios y los minutos de hipotensión intraoperatoria. Resultados: Para los resultados primarios, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre los grupos. No se observaron diferencias significativas en la supervivencia del paciente o del injerto al año. Se observaron diferencias estadísticamente significativas en el estado físico de la Sociedad Estadounidense de Anestesiólogos (ASA), las puntuaciones del Modelo para la enfermedad hepática en etapa terminal (MELD), las métricas de presión arterial preoperatoria, el uso de terapia de reemplazo renal continua durante la operación, el crioprecipitado y el uso de protectores de células. Conclusiones: El uso preoperatorio de midodrina en pacientes sometidos a trasplante hepático no predijo un aumento de la hipotensión intraoperatoria o la necesidad concomitante de vasopresores o hemoderivados. El uso de midodrina se asoció con puntajes ASA y MELD más altos, terapia de reemplazo renal y disminución de la presión arterial preoperatoria, pero no alteró la supervivencia del injerto.