ISSN: 2161-038X
Rukhsana Gazi1*, Labiba Mustabina Oishee2
A medida que se desarrollaba la pandemia de la COVID-19 en 2020, el mundo se paralizó. Sin embargo, millones de mujeres continuaron quedando embarazadas, haciendo que lo que suele ser un evento preciado sea motivo de preocupación y una inmensa presión para las madres. Lo que siguió fue una serie de repercusiones emocionales, socioculturales y físicas en las madres embarazadas, lo que hizo que las madres positivas para COVID-19 fueran especialmente vulnerables a los impactos negativos en todos estos aspectos. Este artículo tiene como objetivo explorar estas repercusiones a la luz de la evidencia emergente de la investigación en curso junto con cómo respondieron los sistemas de atención médica para superar las barreras en la prestación de atención a las madres embarazadas. Se elaboran diversas implicaciones prenatales y posnatales, incluida la posibilidad de transmisión vertical de COVID-19 al feto, la importancia del parto institucional y la lactancia materna. Además, se analiza la distribución del riesgo de COVID-19 para arrojar luz sobre cómo el origen étnico, los ingresos y los entornos de escasos recursos pueden actuar como determinantes del aumento de la mortalidad, la violencia de género y la depresión en las madres embarazadas durante la pandemia.