ISSN: 2161-1068
Kush Kumar
Se ha descrito la historia natural de la tuberculosis espinal posterior. Se han destacado y enfatizado las clasificaciones del proceso de la enfermedad de la tuberculosis espinal posterior y los principios de manejo basados en el comportamiento clínico de la enfermedad. Se realizó una revisión exhaustiva de la literatura con el objetivo de proporcionar la correlación clínico-radiológica de la historia natural de la tuberculosis espinal posterior descrita. La estrategia de manejo se desarrolla en función de la gravedad del comportamiento clínico de la enfermedad. En la tuberculosis espinal anterior, las fibras motoras se comprimen primero cuando se colocan por delante de los tractos sensoriales en la médula espinal. Por lo tanto, las fibras sensoriales están involucradas en etapas tardías. Irónicamente, en la tuberculosis espinal posterior, cuando la compresión proviene predominantemente de la parte posterior de la médula, nuevamente encontramos que las fibras motoras están involucradas antes que las fibras sensoriales. Esto está en contradicción con la creencia general. Es difícil ofrecer una explicación sencilla a esta aparente paradoja. En general, las fibras motoras se consideran más susceptibles al efecto de la presión, mientras que las fibras sensoriales son más susceptibles a la isquemia.
Por eso, en la paraplejía por compresión, los signos y síntomas de pérdida motora aparecen antes que la pérdida sensorial, ya que las colaterales previenen la isquemia bastantes veces. En la tuberculosis espinal posterior, cuando la compresión proviene de la cara posterior de la médula, primero se ejerce presión sobre la columna de líquido cefalorraquídeo (LCR) que rodea la médula y se transmite al ligamento denticulatum. Las fibras motoras en las inmediaciones se tiran y muestran una participación temprana. En segundo lugar, en la compresión de la cara posterior de la médula, la médula se desplaza hacia delante y las fibras motoras colocadas anteriormente se comprimen contra la pared anterior del canal espinal óseo, lo que provoca una pérdida funcional temprana de las fibras motoras. Por lo tanto, una clasificación similar de paraplejía basada predominantemente en la debilidad motora progresiva es válida para la paraplejía observada después de una tuberculosis espinal posterior. Se desarrolla una gestión basada en la clasificación del déficit neurológico. Grado 1 y 2, tratamiento conservador, grado 3, zona gris y grado 4, se enfatiza el tratamiento quirúrgico. Las cinco etapas de la historia natural de la tuberculosis de la columna vertebral se han desarrollado desde el punto de vista del médico. Sin embargo, las indicaciones de la cirugía son diferentes a las descritas para la tuberculosis espinal anterior. Se discuten los principios de manejo con el papel del descanso, los aparatos ortopédicos, la quimioterapia y la cirugía. El manejo de la tuberculosis espinal posterior de la columna, en general, no es diferente al manejo de la tuberculosis de tejidos blandos, en pacientes VIH negativos o positivos. El papel de la cirugía es muy diferente al de la tuberculosis espinal anterior. El manejo de la paraplejia tuberculosa espinal posterior es simple, lógico, eficiente y fácil de entender y recordar por cualquier cirujano ortopédico/tratador.